David Garrett regresa a Ciudad de México con su “Millennium Symphony” y redefine su relación con la tecnología

El sonido de su violín es capaz de viajar entre siglos, y su presencia en el escenario —mitad rockstar, mitad músico clásico— convierte cada concierto en una experiencia distinta. David Garrett, considerado uno de los violinistas más influyentes de su generación, regresará a México el próximo 23 de noviembre con su nueva gira Millennium Symphony Tour, un espectáculo que combina los grandes éxitos del nuevo milenio con arreglos sinfónicos llenos de energía y virtuosismo.

Pero además del reencuentro con su público mexicano, el músico ha llamado la atención por su postura ante la tecnología en la música. En tiempos donde las redes sociales y la inteligencia artificial transforman la manera de crear y consumir arte, Garrett elige una posición clara: aceptar lo inevitable, pero sin perder lo esencialmente humano.

Un regreso esperado: México, parte de su historia musical

Para el violinista alemán, México no es una parada más en la gira: es un lugar donde su música ha encontrado una conexión genuina con el público. “El público mexicano tiene una pasión incomparable, una energía que se siente desde el primer acorde”, ha dicho en diversas ocasiones.

Su gira Millennium Symphony recorre las canciones más representativas de los últimos 25 años, reinterpretadas con el sello sinfónico que lo caracteriza. Desde clásicos de artistas como Ed Sheeran o Avicii hasta composiciones propias, Garrett promete un concierto visual y auditivo que combina la potencia del pop con la elegancia de lo clásico.

El Auditorio Nacional, escenario que ha recibido a figuras legendarias, se prepara para una velada que promete ser una celebración de la música sin etiquetas.

“No puedo prohibir los celulares… también ayudan a la música”

A diferencia de otros artistas que piden apagar los teléfonos durante sus presentaciones, David Garrett mantiene una postura distinta. Acepta que las nuevas generaciones viven los conciertos de manera diferente, grabando y compartiendo fragmentos en redes sociales.

“Al principio pensaba que los teléfonos distraían, pero también entendí que ayudan a difundir la música. Si alguien graba un video y lo comparte, es otra forma de conectar con más personas”, ha señalado el músico.

Su visión refleja una adaptación consciente: entiende el poder de las plataformas digitales sin renunciar a la autenticidad de la experiencia en vivo. Para él, cada concierto sigue siendo una oportunidad de encuentro real, de emoción y presencia.

Inteligencia artificial: una herramienta, no un reemplazo

Aunque reconoce los avances de la tecnología en la producción musical, Garrett se mantiene escéptico frente al uso de inteligencia artificial para sustituir la interpretación humana.

“No me preocupa que una máquina toque el violín. La gente no paga un boleto para escuchar música: viene a ver a una persona interpretarla”, afirma con convicción.

El artista defiende la conexión emocional entre intérprete y público, algo que, dice, ningún algoritmo puede replicar. Si bien admite que en el futuro podría colaborar con herramientas digitales, hoy su prioridad sigue siendo la creación artesanal, esa que nace del talento y la sensibilidad humana.

Música sin fronteras

David Garrett se ha consolidado como un puente entre la música clásica y la cultura pop. Con millones de discos vendidos y una carrera que lo ha llevado a los escenarios más importantes del mundo, su propuesta busca acercar a nuevas generaciones al lenguaje sinfónico, sin perder frescura ni modernidad.

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En su visita a México, promete ofrecer un recorrido vibrante por temas que marcaron una época, acompañados de una orquesta sinfónica y una producción que combina luces, energía y emoción.

Más que un concierto, Millennium Symphony será una invitación a redescubrir la música como experiencia viva: un diálogo entre el pasado y el futuro, entre el arte y la tecnología, entre la precisión del violín y la emoción del alma.