¿Cómo lograr mis metas?

Siempre es un buen momento para replantear meta o pensar por primera vez en alcanzar un sueño, o tener nuevos objetivos. Es lo que nos hace levantarnos con ganas, lo que voy a hacer en mi día y sobre todo a dónde me va a llevar lo que hago día con día. Si es así, si estás en ese momento de tu vida que solo te levantas en automático y a sobrevivir, siempre estás a tiempo de ponerte una meta, de escarbar en tu mente y buscar por sueños que alguna vez dejaste en el cajón del olvido y empezar a hacerlos realidad, como seguro has escuchado por ahí “nunca es tarde”.

¿Cómo empiezo?

Si aún no tienes claro qué es lo que quieres en la vida, déjame decirte que eso es lo primero que necesitas saber, qué es lo que quieres clara y específicamente, recuerda que no se llega a los pisos de arriba de un solo paso, tienes que ir subiendo poco a poco. 

Y por supuesto tener bien claro cuáles son tus objetivos a corto y mediano plazo es indispensable para poder lograr eso que todos queremos.

Establece tu meta y desglosa en pequeños pasos a corto plazo cómo vas a lograr llegar hasta el último escalón; por ejemplo, quiero vivir muchos años saludable y fuerte, los pequeños pasos serían empezar desde ya con una rutina de ejercicios diarios, con una alimentación sana y equilibrada, mantener mi mente ocupada en cosas constructivas y positivas que me hagan querer aprender y ser una persona plena porque no hay salud física sin salud mental.

Esos serían los pequeños escalones para lograr llegar a la meta final. Y de esta forma es ir desglosando tu gran meta en pequeños objetivos a corto plazo que van a ir marcando tu progreso y de esta manera acercándote a tu meta cualquiera que esta sea.

¿Ya logré todo lo que quería en la vida?

Y, ¿Qué pasa cuando no todos los días tienes ganas de, siguiendo con el ejemplo anterior, cuidar de tu salud? Es ahí cuando muchas veces dejamos nuestras metas o sueños a medio camino, cuando la batería de la motivación se nos acaba o se baja por momentos por cualquier razón como imprevistos o estados de ánimo.

Entonces pasa que esa falta de motivación te hace creer que tu sueño no es tan importante, que no pasa nada si te tomas un descanso unas semanas o meses y luego retomas, y esa es la gran diferencia con quienes logran sus metas y quienes no, la disciplina.

Porque no siempre vamos a estar motivados, no siempre serán días soleados ni te vas a levantar brincando de la cama con el mejor estado de ánimo; habrá días grises y son esos días los que marcaran la diferencia con la disciplina, que es hacer lo que tienes que hacer quieras o no.

La motivación es efímera, la disciplina… INDISPENSABLE

La disciplina mide y marca tu progreso hacia lo que quieres lograr, y al ver ese avance regresará la motivación.
 No dejes que tu mente te juegue sucio, tú eres quien manda, quien establece los sueños y define los objetivos. Marca una diferencia exigiéndote progreso y no perfección; que si un día no es perfecto no te quite el ánimo de seguir adelante. 
 

La perfección baja la motivación porque no todos los días serán perfectos; en cambio, el progreso por pequeño que sea te permite seguir adelante.