Pato O'Ward y el adiós (forzado) a su sueño en la Fórmula 1

Aunque es una estrella de IndyCar y orgullo mexicano, Pato O’Ward acepta que no hay espacio para él en la F1... al menos por ahora.

Mundo17 de julio de 2025Marcela NazarMarcela Nazar
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Pato O'Ward y el adiós (forzado) a su sueño en la Fórmula 1

Cuando sueñas con llegar a la cima, trabajas, te formas, ganas… y aun así, te dicen que no. ¿Qué se hace con ese sueño que ya no cabe en el lugar donde tanto anhelaste estar?

Pato O’Ward acaba de pronunciar palabras que duelen a cualquier mexicano que vibra con el automovilismo: “No hay espacio para mí en la Fórmula 1”.

El piloto regio de 25 años, hoy figura de la IndyCar Series, ha puesto punto final —al menos por ahora— a su intento de convertirse en piloto titular de la máxima categoría del automovilismo mundial.

No es que le falten habilidades, títulos o experiencia. Le sobran. Pero el sistema de la Fórmula 1 es complejo, político y muchas veces injusto. Y en esa estructura cerrada, los sueños también se topan con muros.

Quién es Pato O'Ward? Un mexicano que ya es leyenda en Indy

Nacido en Monterrey, Nuevo León, Patricio “Pato” O’Ward no es un novato ilusionado: es una de las promesas más sólidas que ha dado México al automovilismo en los últimos años.

Desde muy joven, Pato mostró un talento excepcional que lo llevó a competir en Europa y Estados Unidos, escalando en categorías como la Fórmula 4, la Pro Mazda y la Indy Lights, donde fue campeón en 2018.

Ese triunfo le abrió las puertas de la IndyCar Series, donde rápidamente se convirtió en protagonista. Con Arrow McLaren, su equipo actual, ha sumado varias victorias, podios y ha peleado campeonatos.

En 2021 fue subcampeón de la temporada IndyCar. En 2022 y 2023 mantuvo su nivel, consolidándose como uno de los pilotos más respetados y carismáticos del paddock. Su estilo agresivo, carisma, profesionalismo y conexión con el público lo convirtieron en el favorito de muchos, tanto dentro como fuera de México.

pato

El sueño de la F1: oportunidades que no llegan

A lo largo de su carrera, Pato tocó las puertas de la Fórmula 1. Incluso realizó pruebas con McLaren, fue piloto de desarrollo y estuvo en la órbita de la escudería.

Pero año con año, los asientos se llenaban con otros nombres: algunos con más experiencia en F1, otros con mayor respaldo económico, y otros, simplemente, con pasaportes que abrían puertas más rápido.

“No me gusta hablar mucho del tema porque me frustra. No tengo lugar ahí. Aceptarlo también es parte del proceso”, dijo recientemente el piloto mexicano en declaraciones recogidas por medios especializados.

Y aunque no lo diga con rencor, en sus palabras hay resignación. El mismo dolor que sintieron en su momento talentos como Esteban Gutiérrez o Memo Rojas, que supieron lo que es tocar la cima… sin poder quedarse.

México quiere más que un asiento en la F1

La historia de Pato pone sobre la mesa una discusión incómoda: ¿por qué, siendo potencia en afición y con pilotos talentosos, México solo ha tenido un representante activo en la F1 en los últimos años?
Sergio “Checo” Pérez ha defendido con todo el orgullo ese lugar, pero no hay una estructura sólida que garantice que haya continuidad.

Pato no es un caso aislado. Es el reflejo de un sistema que no siempre premia el talento. Que muchas veces responde más a intereses comerciales, contratos millonarios o compromisos políticos que a los resultados en pista.

pato y checo

Sigue corriendo, Pato… porque aún hay caminos por conquistar

Este no es un final. Es una pausa. Porque aunque hoy la F1 parezca un camino cerrado, Pato O’Ward sigue haciendo historia. Y la está escribiendo en mayúsculas desde Estados Unidos, representando a México con garra, pasión y resultados.

Hay muchas formas de ser leyenda. Y él ya lo es.

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